4 de mayo de 2012

One, two, three

A veces me pregunto, ¿Realmente soy feliz? Y me cuestiono a mi misma. Porque en teoría debería serlo, suelo responderme. Tengo todo lo que cualquiera puede querer. Una enorme familia, unas amigas perfectas, unos compañeros buenísimos, una vida social totalmente aceptable, una bonita casa, un bonito pasado, una buena economía e incluso un poco de fé en algo. Pero no sé… quizás me falte ese algo que todos buscan. Que algunos encuentran, que otros creen haber encontrado y muchos están hartos de perder. Ese toque dulce de la vida, que te hace temblar, llorar, reír y sentir lo que nunca antes habías sentido. Esa persona única, especial e insuperable que es capaz de enamorarte cada día, junto a la que lo demás no tiene importancia. Esa persona que me haga sonreír cada milésima de segundo, que cuando no me haga sonreír sepa recompensarme, que cuando todo vaya mal sepa abrazarme sin más. Que me llame en mitad de la noche para decirme que soñó con migo, que corra a buscarme solo porque tubo un mal presentimiento y necesita comprobar que estoy bien. Que cuando todo me salga mal sepa recordarme las muchas cosas que supe hacer bien. Que ame mi olor, mi color de ojos, mi sonrisa y cada uno de mis defectos. Que a pesar de que este de mal humor siga sonriéndome. Que me diga que para él soy la más guapa, aunque solo sea para él, que cuando llore me diga que incluso mis lagrimas le gustan. Que cuando mire mi móvil vea mensajes que simplemente pongan te quiero. Que me riña si me paso con el escote, que me vea guapa incluso en chándal, que no le importe si soy pija o hippie, o si este año peso un kilo más. Que me bese cuando nadie nos ve, que me quiera a todas horas y siempre. Que cuando esté con sus amigos siga pensando en mi, y le guste presumir de novia. Quiero que pase lo que pase recuerde que lo amo, y se encargué de que yo también lo recuerdo. Quiero que parezca corto, que los días a su lado parezcan segundos, que cuando nos despidamos y vayamos a casa sonriamos pensando en la próxima vez que nos veremos. Quiero que aunque sea corto sea intenso y aunque sea largo parezca corto. No importa si viste mal, si nadie lo entiende o si me merezco algo mejor. Que siempre sea como el primer día, que no caigamos en la rutina y sepa sorprenderme, que a pesar de que pase el tiempo sigamos con el mismo entusiasmo, que nunca se nos ocurra hartarnos, y si nos hartamos no sigamos engañándonos, quiero que suene, que grite, que nuestra historia sepa hablar. Que no importe lo que la gente opine... Que sea inolvidable, y que nunca haya un arrepentimiento, que las peleas acaben por achuchón y los celos solo muestren el amor. Una persona con la que se cumpla el forever. Y que cuando pienses en una vida entera te parezca poco.

Miras a tu alrededor y piensas, ¿deverdad este es mi sitio?


3 de mayo de 2012

Imperfecta, de la cabeza a los pies



Lo admito, soy de esas que ve la vida como juego del azar, de las que se pasa horas pensando en como coincidir con cierta persona, de esas de las que llora con las peliculas de amor, con las canciones que me recuerdan momentos especiales y con las fotos antiguas. De las que cuando menos te lo esperas llora y cuando debería llorar sonrie como nunca. De las que prefiere sonreir que hablar. Sí, yo también digo que no me gusta porque la verdad es que me encanta y me suelo enamorar de los que nunca seran para mi. De las que lo dice en el momento menos oportuno.De esas personas que buscan la felicidad en los demas, de las que adoran la soledad acompañadas. Y sí... suelo chocarme accidentalmente con ciertas personas, reir hasta que me duela la barriga y saltar tan alto que piquen los pies. De las que lo dejaría todo por alguien, de esas que aunque esten pasando por un momento malisimo son capaces de hacer que los demas se sientan bien. De las que lo dice todo a la cara y sin pensar, de las que dice que no soporta a ciertas personas pero tampoco soportaría verlas sufrir. De las que depende de como se levanten tiene un opinión, de esas personas que no soportan que ridiculizen a los demas. De las que olvida lo malo en segundos... De esas que solo necesitan un abrazo para sentirse bien.

Seiscientos colores

Una vez escuche, que nuestras huellas dactilares no se borran de las vidas que tocamos. Y no lo dudo. Yo soy de esas que siempre han dicho que no estamos locos, que sabemos lo que queremos. Que si hoy daría el mundo por ti, mañana me sigo acordando. Que si digo ojalá no te hubiera conocido nunca, es mentira. Que ahora blanco y luego negro, y el gris no está nada mal aunque sigo prefiriendo el verde. Que te quiero pero te odio, y que no sé pensar en otra cosa. Yo a veces no reacciono, tú eres el que se debería dejar llevar. Dejarte llevar e ir a por aquello que te hace feliz, pero llevame con tigo. Que el tiempo corre demasiado deprisa, y lo único que no te va a gustar de la vida es que se acaba. Estás aquí para ser feliz, y al mal tiempo buena cara. Y no lo olvides, si quieres puedes.

26 de agosto de 2011

La aventura de amar

Entonces intentas recordar en que momento empezo todo. Y descubras que todo comenzó mucho antes de lo que pensabas. Y es ahí cuando te das cuenta que las cosas solo ocurren una vez.

22 de julio de 2011

No hacen falta razones para sonreír...

Me gustaría que todo fuese como antes, que todo se limitara al si o no, al me apetece o no tengo ganas, al llanto cuando te caías y a la risa cuando jugabas. A querer una muñeca nueva, el fichaje 22, y unos tacones de plástico. Desearía volver a entrar en la consulta del pediatra feliz porque sabía que me regalarían aquella curiosa tablita de madera. Quiero volver a portarme bien solo para que los reyes no me dejen carbon, quiero volver a escuchar a mi abuela gritar ``teresa, marianito, mariano, ochelita, eu, maría la leche´´, quisiera volver atrás y poder ver a esos que ya no están, volver a caerme mil veces en el parque, tener las piernas llenas de cardenales y la boca toda con churretes de dios sabe qué. Añoro tanto a mis primos, a los juegos, añoro el ver a los niños de 10 años como unas persona gigantes... Añoro incluso el ayer, las oportunidades que he perdido. Extraño el olor a verano que ya soy incapaz de percibir, las tardes de verano en la piscina sin importar nada aparte de quien aguantaba más bajo agua... No me arrepiento de ningún fallo que cometí, pero no me importaría volver cometerlos, y por un segundo comprobar lo feliz que es un niño.

ser consecuente...